miércoles, 18 de noviembre de 2009

El asqueroso juego del chismorreo

Seguro que todos los que estamos leyendo esta opinión hemos sido fruto, o por el contrario, en algunas ocasiones, hemos sido causantes, de comentarios sin fundamento que alimentan un rumor, una supesta noticia, o simplemente "algo que hemos oido que han dicho".
Traigo a colación este tema, ya que hace unos días recibí la noticia de que un amigo mío estaba encarcelado, y repito, ESTABA ENCARCELADO(afirmación) por un delito, repito, UN DELITO (no un supuesto delilto) de tráfico de drogas utilizando para ello a niños que traían esa droga de Brasil. Ante tan burda patraña, tan magna mentira, me dirijo a mi amigo comentándole la noticia. Se lamenta de dicha información y me pregunta de dónde ha salido. Me llama de Brasil para desmentirlo y para llorar por esa injusticia. Mi amigo está trabajando en el Barrio más pobre de Sao Paulo, pasando hambre y viviendo con los más pobres entre los pobres.
No puedo ni imaginarme cómo la gente, muchas veces de misa diaria, pueden llegar a inventarse estas historias, para dar que hablar, para reirse un poco o simplemente para hacer daño, mucho daño, deporte nacional en muchas ocasiones, gestado por la envidia y el amargamiento en el que se han instalado algunos/as.
Por mi amigo, y por los que como mi amigo, yo incluido, nos hemos sentido difamados en algunas ocasiones, reivindico el regalo de la discrección y del respeto entre unos y otros.

2 comentarios:

  1. Querido amigo: comparto tu dolor y tu indignación ante lo que pasa con tu amigo y me hago solidario con los dos.
    Al leer tu escrito recordé algo que alguna vez me llegó y te lo comparto.
    Un fuerte abrazo.
    José.
    ++++++++

    El chisme se confiesa:

    No respeto la justicia.
    Lastimo sin matar aunque
    a veces mato sin querer
    Destrozo corazones y
    arruino las vidas.
    Soy astuto y malvado
    me fortalezco con el tiempo.
    Entre más me cuentan,
    más me creen.
    Mis víctimas están indefensas.
    No se pueden proteger contra mi
    porque no tengo nombre, ni cara.
    Es imposible que
    sepan donde empecé.
    Entre más trates más me escabullo.
    No soy amigo de nadie.
    Una vez que mancho la reputación
    ya nunca es igual.
    Sacudo gobiernos y
    rompo matrimonios.
    Arruino carreras y provoco noches
    de insomnio, dolor del
    corazón, e indigestión.
    Hago que personas inocentes
    lloren en sus almohadas.
    Hasta mi nombre suena
    como ruido de serpiente...
    chchchchchisme.
    Hago titulares de periódicos y
    produzco dolores de cabeza.
    Tu enemigo en sombras: el chisme.

    Enseñanza:

    Antes de contar algo pregúntate:
    ¿Es verdad?
    ¿Es inofensivo?
    ¿Es necesario?

    Si no... no lo repitas.

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias por esta aportación. La persona implicado lo leerá, le gustará, y le ayudará.
    Gracias, querido amigo

    ResponderEliminar